miércoles, 26 de septiembre de 2007

Joven español/a, a ti me dirijo

Si no tienes curiosidad por nada.

Si dices “colega” cada dos palabras.

Si no sabes qué se siente al terminar una buena novela.

Si eres capaz de distinguir todos los modelos de Nokia pero no tienes muy claro qué diferencias ideológicas hay entre el PP y el PSOE.

Si usas gafas de sol dentro de casa y cocinas sin camiseta.

Si te para ir a las txosnas te preparas como si fueras a ir a una discoteca y te pides un katxi de vodka con naranja (por cierto, se dice “destornillador”).

Si respondes al 90% de las preguntas con un “no sé” seguido de una bobalicona carcajada.

Si el gimnasio es el lugar en el que más tiempo pasas fuera de tu casa.

Si tienes más de 25 años y tratas a tus padres como si fueras un/a adolescente.

Si Mercedes Milá es tu personaje favorito de la televisión y no sabes que su hermano presenta el Telediario.

Si no acabaste tus estudios (ninguno de los que empezaste).

Si tus aptitudes sólo te permitieron alistarte en la legión.

Si tu tatuaje te parece la “novena” maravilla del mundo y tu “séptimo” sentido te dice que este post pretende meterse contigo.

Si después de leer esto te sientes fatigado/a por la falta de costumbre, y empiezas a preocuparte porque ves que no tienes futuro.

En definitiva, si eres gilipollas.

Tranquilo/a.

Lo tienes todo para entrar en la casa de Gran Hermano.

lunes, 24 de septiembre de 2007

¿Qué pasa con el Rey?

Los humoristas gráficos de El jueves, un joven catalán que quemó una foto y dos periodistas de Deia. Todos han compadecido ante un juez (o lo van a hacer) por supuestas injurias, faltas, tratamientos vejatorios y lo que sea, hacia el rey y/o la familia real.

A mí no me gustan los reyes, ni siquiera los magos de oriente. Y lo digo desde el más absoluto de los respetos (sobre todo, hacia toda esa gente llana que los aprecia gracias a una eterna campaña de propaganda). Igual que no me gusta la Guardia civil o la Legión: cuerpos armados creados en regímenes no democráticos.

No obstante, el caso de la casa real es distinto: su trabajo es representar a España. Imagen pura y dura. Pero una imagen que no puede ser, en ningún caso, dañada. ¿Y por qué no? Porque todavía ninguna acusación o sentencia lo ha explicado.

Resulta que nos quejamos mucho de la ausencia de libertades en Estados Unidos, y allí tienes derecho a quemar la bandera, precisamente, porque sienten que ese gesto de generosidad es lo que da lustre al símbolo.

Pero España es diferente, es la caverna de la democracia, un país lleno de trogloditas reaccionarios que son incapaces de comprender lógicas como la del trapo de barras y estrellas. Porque no se trata sólo de la inviolabilidad de la familia de Borbones. Además, hay que aguantar a la pléyade de defensores de la monarquía que, en muchos casos, flaco favor le hacen.

Que países como Inglaterra, Suecia o Noruega la mantengan da que pensar. Pero tampoco me convence. Prefiero creer que es la extravagancia de estados mucho, mucho más evolucionados que el español.

Pero... que no, que no me gustan, que se vayan. Con respeto, pero lejos. Y sí, prefiero a Aznar como Presidente de la República (que por lo menos podemos descojonarnos de él) que a Juan Carlos como Rey de España.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Los discursos de Caparrós

Sí, ya sé que, en principio, no pintan mucho mis reflexiones futbolísticas en este blog. Pero creo que ya hay demasiadas que no lo hacen, así que voy a intentar centrarme un poco (también en mi tesis) y hablar de comunicación de conflicto.

Y es que este andaluz (con bastante poco salero ante los micrófonos, pero Utrera no es Cádiz), está demostrando que una comunicación sencilla pero, sobre todo, constante y coherente, permite revertir cualquier situación.

Por desgracia para casi todos los vizcaínos, qué mejor ejemplo que el Athletic de Bilbao (que tampoco ganó ayer).

Joaquín (rebautizado como Jokin por algunos) habla pausado pero con intensidad, usa palabras como “equipo” o “alma”, y resume su papel como mero cohesionador, porque estos chavales parece que ya saben jugar al fútbol, aunque no lo hayan demostrado desde hace un par de años.

Vamos, que sigue a pies juntillas ese axioma de que “la sencillez es la base del éxito”. Y parece que, además, su discurso no sólo funciona de puertas para afuera, con una afición a la que, de momento, no le importa que su equipo no gane, porque está convencida –gracias a Caparrós– de que lo hará.

De puertas del vestuario para adentro, ese lugar anhelado por todos los niños de Vizcaya (y algunos de los alrededores), los jugadores nuevos (desde Susaeta a Ocio) juegan impregnados de ese convencimiento de que lo bueno llegará gracias a su propio trabajo. Y los que han pasado ese par de años tan malos se están soltando poco a poco de la tensión.

Lo dicho, que los discursos sencillos son los que más calan y los que mejor funcionan. Y en ocasiones, hablar de fútbol no tiene nada de malo.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Otra ley efectista


Rodríguez Zapatero volvió a dejarse ver para tranquilizar a la población y, de paso, arañar algún voto, o intentarlo ayer.

La cosa es que, el señor de las leyes (también llamado presidente del Gobierno español) ha lanzado una más. Esta vez, sobre vivienda. La parte más vociferada e impactante de la ley de esta semana es el hecho de que el Estado ayudará con casi 300 € a los jóvenes (dícese de gente entre 22 y 30 años según el anuncio) que cobren menos de 22.000 € anuales.

Vamos que nos vamos.

Para empezar, la ley no tendrá efecto ni en Euskadi ni en Navarra, por eso de las trasferencias. Y alguno pensará que, para una que está transferida, va y es la que nos deja sin pasta.

Vamos, que no nos vamos.

Siempre he defendido que el Gobierno vasco está haciendo un gran esfuerzo pero poco imaginativo para subsanar el problema de la vivienda. Y mi mayor crítica era que, precisamente, intentaban arreglar el problema con lo que lo agravaba: con dinero. Gasolina para el fuego.

De pronto, Iñigo Lamarca, excelente ararteko (de esos que dignifican el puesto) puso en su sitio a Madrazo y su consejería y rompió una lanza en favor del alquiler público y, sobre todo, tutelado para jóvenes.

Claro que ahora todo resulta muy obvio: el Gobierno cede casas a bajo precio o potencia el alquiler de las vacías (y media en la operación) hasta que el inquilino supera unos ingresos con los que es capaz de adquirir una vivienda en el mercado libre, dejando una vivienda de la que se puede beneficiar otra persona/pareja/familia.
Y ahora viene Zapatero y dice que va a soltar pasta al posible inquilino para operaciones privadas. ¿Qué va a hacer el propietario de la vivienda si las posibilidades del primero suben 300 €? Pues incrementar la misma cantidad a su oferta.

En definitiva, que el Estado se va a gastar una pasta para que el mercado absorba la medida como si nada.

Pensando mal, se puede deducir el siguiente silogismo: que el Estado se va a gastar una pasta en una medida populista y sin efecto claro. Es decir, que el Estado se va a gastar una pasta en pagar al PSOE una parte de su campaña.

Y nos quejábamos de los anuncios promocionales de los ministros del PP antes de las elecciones...

(la fotografía corresponde a los apartamentos más horribles del mundo fuera de Marina d’Or, y se encuentran en Benicàssim)

lunes, 17 de septiembre de 2007

Hay algo que echo de menos

Yo fumaba. Y desde hace 21 meses sigo acordándome de ello de vez en cuando.

Sí. Lo dejé cuando entró en vigor la famosa ley antitabaco del gobierno Zapatero. Esa tan blanda y que pretendía dar otro golpe de efecto más que regular realmente el derecho a un acto tan insalubre en espacios públicos.

Pero hay algo que echo aún más de menos.

Yo escribía.

Y lo hacía realmente mal.

De hecho, lo hacía fatal. Y lo que más lamento es que, además y como cuando fumaba, molestaba con ello a los que estaban a mi alrededor: a mi padre le pedía que imprimiera mis horribles historias, a mis amigos les aburría con delirios de grandeza e incluso les obligaba a leer los textos que perpetraba, y al bueno de Juan, mi estupendo profesor de literatura y un excelente escritor, le daba el más absoluto de los peñazos con el tema.

Incluso intenté impresionar a la que hoy comparte hipoteca conmigo haciendo alarde de mi (ahora sé que poca) habilidad de juntaletras.

Hasta que tomé la decisión de dejar de hacerlo. Supongo que me entraría la cordura y, en el fondo, abandonar eso de inventar ficciones supuso tomarme en serio mi ¿carrera? de investigador. No lo sé, algún día espero darme cuenta de lo que pasó (o ser sincero conmigo mismo).

Pero os aseguro que, con esto sí, no ha pasado ni un solo día en estos años (más de tres) en el que no haya recordado que una vez lo hacía. Que podía pasar lo que sea, que mis personajes inventados (y mal diseñados) seguían ahí y mis historias (planteadas sobre bases poco sólidas) continuaban.

Eso es lo que echo de menos. De fumar me acuerdo, pero me siento orgulloso de haber abandonado el hábito.

Pues ya lo he dicho.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Lo quise como yerno

Josu Jon Imaz se despidió por sorpresa de la política ayer. Hasta aquí la noticia. Los motivos los explica en una carta que, a estas alturas todos habremos leído u oído hablar de ella. Pero sólo él conoce cuáles de ellos fueron los que más pesaron.

Ahora es el momento de afilar cuchillos, como han hecho algunos medios que creen ver el principio del fin del PNV. Pero yo no estaría tan seguro. No obstante y por curioso que parezca, la llave la tiene Egibar.

Si éste insiste en ser presidente del EBB la disputa está servida, pero también su fosa política cavada. Imaz ha creído ver que es el momento de pasar página, pero no sólo de su presidencia, sino de esa época de desgaste en la que todo el mundo insistía en verle peleado con el resto del partido.

Nada más lejos de la realidad: Josu Jon se retira absorbiendo todo el conflicto interno y con más apoyo que nunca a su persona y su proyecto, tras haber comenzado una renovación en el PNV que deja la puerta abierta a un perfil de político más técnico que intuitivo y más teórico que de empuje, y siendo el yerno deseado por todas las amatxus votantes del PNV (y alguna otra que no).

Además, en la última parte de su breve mandato demostró su olfato cuando puenteaba abiertamente a un Patxi López al que ni Zapatero hace ni hará caso, como ha quedado constatado tras lo sucedido con el PSN. Y antes, fue un activo eurodiputado y uno de los vertebradotes principales de Galeuscat, seguro del peso de los nacionalismos históricos dentro de España y su viabilidad como motor de progreso.

Y por si fuera poco, un servidor fue testigo de cómo no descuida a los jóvenes talentos ni las tendencias o ideas que surgen desde la base, incluso de la no afiliada.

Cuando baje la marea, parece que será Iñigo Urkullu (del que tengo muy buenas referencias) el que quede en la playa. Desde luego, un tipo inteligente y continuista con la línea de Imaz, pero también con ideas propias y que demuestra con sus actos las ganas de los afiliados de ver un partido unido.

Para un pro-teórico como yo (a la fuerza ahorcan), ha sido un auténtico placer tener el panorama de mi tesis a un doctor con más galones académicos que varios ministros juntos, y más carrera política (y más variada) para su corta edad que el propio Zapatero (o José María Aznar).

Seguro que le vamos a echar de menos. Seguro que él también extrañará tanta actividad.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

La mordaza de Patxi López

Sí, ya sé que no es la primera vez que me preocupo del silencio del Secretario General de los socialistas vascos. Pero es que, sin andarme con rodeos: manda huevos...

Mi teoría es que este portugalujo tiene bastante peligro. O dicho de otro modo: le temen. Tanto en Bilbao como en Madrid y pasando por Vitoria-Gasteiz. Si no, no hay manera de explicar que siempre sean otros los voceros del PSE.

Y que no me venga nadie con historias de que no se puede hablar sin conocer. Yo lo que sé es que, como observador de la política vasca para mi tesis doctoral, a López, candidato a lehendakari, no se le ve nunca.

O mejor dicho: casi nunca. Porque sólo posa ante los medios para intervenir en días clave en el Parlamento vasco, conceder entrevistas a El País y El Correo, y celebrar victorias, por pírricas que sean.

Que no, amigos del PSE, que no. Que los votantes ya no tragan con todo. Y si ven a Patxi sólo para lo bueno, empezarán a pensar dónde se mete cuando las cosas no son tan bonitas para su partido o el de todos: la sociedad vasca.

martes, 11 de septiembre de 2007

Cómo se las gastan en Francia


Siempre está flotando en el aire la misma pregunta: ¿si ETA habla continuamente de territorialidad y de una Euskal Herria formada por las actuales Euskadi, Navarra e Iparralde, en el departamento francés correspondiente a los Pirineos Atlánticos, por qué su actividad se centra, sobre todo, en el Estado español?


Una de las posibles respuestas nos la dieron la semana pasada, cuando anunciaron que la fiscalía gala puede solicitar cadena perpetua para los últimos miembros detenidos en el país europeo más cercano.

Así es cómo los franceses se quitan de en medio a estos vascos.

Hasta el momento, los miembros de ETA se dejaban coger en Francia, donde tampoco levantaban tanta polvareda, siempre con una pistola o algo que pudiera constituir un delito de tal modo que eran detenidos allí, y no en España, donde las condenas eran más duras.
Pero las cosas han cambiado, y el horno de la seguridad europea no está para los bollos de terrorismos de medio pelo (lo que en Francia siempre han considerado que ETA hace).

Uno, que es un optimista antropológico sin remedio, siempre cree en el arrepentimiento y en la reinserción de todos los presos, por eso se sitúa en contra de la pena de muerte o la cadena perpetua (que se revisará cada cierto tiempo). Así que espero que la justicia francesa enseñe de qué es capaz pero se mantenga suficientemente cuerda y les dé, como a todos, una segunda oportunidad después de cumplir su pena.


(en la fotografía aparece el cartel de apoyo a la selección francesa que hizo el ayuntamiento de París el pasado mundial de Alemania)

martes, 4 de septiembre de 2007

Aste Nagusia 2007


Aunque parezca imposible, yo soy un “novato” en esto de las fiestas de Bilbao. Para ser más exacto, creo que ésta ha sido mi cuarta “semana grande” (anda, que bilbaínos teníais que ser...). Y es que hasta entonces, pasaba los veranos, precisamente, en Benicàssim.

La cosa es que, portugalujo como soy (y, por lo tanto, orgulloso de mi “nacionalidad” por herencia genética), creo que ya sé de qué va la Aste Nagusia, sobre todo después de este año que han estado especialmente pasada por agua.

Es un auténtico ejercicio de bilbainismo que se prepara con cuidado y se lleva a cabo con dedicación, sosiego e incluso la técnica depurada del que sabe administrar su energía para poder “ver los fuegos artificiales y tomar algo” durante nueve días.

Por que un bilbaíno no sale a morir todas las noches, no. Estudia el programa y escoge los eventos a los que va a acudir motivado por un sinfín de circunstancias: tradición, costumbre, por la cuadrilla, ganas de cocerse, porque no se puede evitar... Y aunque a veces cueste entenderlo (para mí la gran fiesta se concentra en un día, el uno de julio), no por ello deja de ser admirable.

Mi Aste Nagusia pasa siempre por las txosnas (podría intentar definirlas pero, después de ver cómo cada “forastero” las compara con una cosa diferente, prefiero invitar a que las veáis si no las conocéis) de Mekauen y Algara, continua intentando pasar una mañana viendo los herri kirolak (deporte rural y tradicional vasco) y el concierto de la banda, y finaliza quedando con algunos incondicionales de las fiestas como Patrik, Elena o Txabi (ha fallado Fernando), y otra noche con mi cuadrilla (algún día escribiré un post sobre esa institución). No obstante, este año he incluido un par de elementos a mi lista: comer con una familia bilbaína (una en concreto, sí), y ¡¡¡pasear por la feria!!! Todo ello acompañado de una bilbaína (también una en concreto), claro.

Una última cosa: una noche confundí “bilbainismo” con “omblliguismo”, aunque pueda parecer lo contrario, hay sutiles diferencias. Y he de disculparme. Vamos, lo que sea con tal de regresar el año que viene.

(no pude evitarlo y acabé por fotografiar a Mari Jaia pensando en este post. Para los que tengáis la suerte de no conocer a este personaje tan horrible como entrañable resulta su nombre, la señora de las fiestas viene a ser una especie de símbolo laico del que cualquier representación mejora al original)

lunes, 3 de septiembre de 2007

Benicàssim


Ahora sí, ya se acabaron las vacaciones. Ya me he enfrentado a mi tesis doctoral y he diseñado (así por encima, tampoco voy a engañarme) el plan de trabajo para este curso. Y también he estado pensando a qué otras cosas me voy a dedicar para no aburrirme hasta que llegue el próximo agosto.

Pero antes de que la rutina y el aburrimiento me invadan, voy a aprovechar el último rayo de sol que entra por mi ventana para recordar cómo era eso de no tener otra preocupación salvo la de si hoy conseguiremos ir a la playa antes que ayer.

Llevo veraneando en Benicàssim desde que se supone que tengo uso de razón. Y sólo falté en una ocasión, aquella en la que a mi padre hizo de John Wayne por primera vez y que, además, marcó la diferencia entre los veranos azules clonados año tras año, y los que disfruto ahora en los que paso de todo.

Son muchos años ya y a uno le ha dado tiempo a hacer muchas cosas, hasta amigos. Y muy buenos. Con ellos he jugado en la piscina todo el día cuando tocaba, y cuando era el turno de fumar los primeros cigarros a la sombra también lo he hecho. Pero ahora me dedico a mí, a John Wayne, a mi sobrina y al resto de mi familia (en la que mi madre ha incluido a Estefanía). En definitiva, a disfrutar de otro Benicàssim.

Y está muy pero que muy bien.

En cierto modo, todo tuvo que cambiar para que siguiera igual, en este caso, para que siguiera llegando con una sonrisa y volviéndome con pena. Vamos, que después de muchos años huyendo del sol y volviendo del Mediterráneo más blanco que un albino, uno ha dejado de fumar y ahora disfruta de la playa otra vez. Y no sólo eso: ¡he vuelto a hacer castillos en la arena! ¡Y a nadar (bueno, esto sólo un poco)!

Pero eso es harina (o arena) de otro post.

Bien regresados. Un abrazo a todos los que habéis vuelto a leer y a los que no, pues también, que todavía sigue el rayo de sol entrando por mi ventana.
(cualquier parecido de la imagen con una buena fotografía es resultado de la óptica de Pentax, no de la pericia del fotógrafo, es decir: yo mismo)