jueves, 20 de septiembre de 2007

Los discursos de Caparrós

Sí, ya sé que, en principio, no pintan mucho mis reflexiones futbolísticas en este blog. Pero creo que ya hay demasiadas que no lo hacen, así que voy a intentar centrarme un poco (también en mi tesis) y hablar de comunicación de conflicto.

Y es que este andaluz (con bastante poco salero ante los micrófonos, pero Utrera no es Cádiz), está demostrando que una comunicación sencilla pero, sobre todo, constante y coherente, permite revertir cualquier situación.

Por desgracia para casi todos los vizcaínos, qué mejor ejemplo que el Athletic de Bilbao (que tampoco ganó ayer).

Joaquín (rebautizado como Jokin por algunos) habla pausado pero con intensidad, usa palabras como “equipo” o “alma”, y resume su papel como mero cohesionador, porque estos chavales parece que ya saben jugar al fútbol, aunque no lo hayan demostrado desde hace un par de años.

Vamos, que sigue a pies juntillas ese axioma de que “la sencillez es la base del éxito”. Y parece que, además, su discurso no sólo funciona de puertas para afuera, con una afición a la que, de momento, no le importa que su equipo no gane, porque está convencida –gracias a Caparrós– de que lo hará.

De puertas del vestuario para adentro, ese lugar anhelado por todos los niños de Vizcaya (y algunos de los alrededores), los jugadores nuevos (desde Susaeta a Ocio) juegan impregnados de ese convencimiento de que lo bueno llegará gracias a su propio trabajo. Y los que han pasado ese par de años tan malos se están soltando poco a poco de la tensión.

Lo dicho, que los discursos sencillos son los que más calan y los que mejor funcionan. Y en ocasiones, hablar de fútbol no tiene nada de malo.

1 comentario:

marielo dijo...

joer.. tengo viviendo a mi lado a un aficionado que no se entera ni cuándo juega su equipo.. por Dios!

Oye y respecto al post de la vivienda... estoy de acuerdo, los propietarios intentarán subir sus ingresos, pero claro que lo harán!!!...a ver... que a un propietario por alquilar su hogar le cobran un 20 o 25% de impuestos, a eso súmale que no tiene garantías de poder cambiar de inquilino en 5 años (por ley el inquilino esta protegido y no el propietario), además como propietario debes pagar la comunidad, los daños ocasionados en el hogar, el seguro y las mejoras en el inmueble y sus contenidos. Si el porpietario cobra 600 euros a una pareja de jóvenes y ambos piden factura, se queda con 350 euros (restando lo de hacienda), menos seguro, menos comunidad, menos mejoras y menos gastos generados por el paso del tiempo. Es decir te quedas con 150 euros al mes... uhmmm. Un propietario digno, que no intenta hacer chanchullo y quiere alquilar justamente, ¿se va a arriesgar a dejar su vivienda en manos de otros por 100 o 150 euros al mes?...Vaya chollo!... mientras siga este tipo de desajustes y desequilibrios con más ayudas y apoyos subsidiarios no se podrá palear el problema. Siento el rollo, es que el tema me llega a la vena...
un abrazo Iker, seguimos por aquí dando guerra