Sí, ya sé que no es la primera vez que me preocupo del silencio del Secretario General de los socialistas vascos. Pero es que, sin andarme con rodeos: manda huevos...
Mi teoría es que este portugalujo tiene bastante peligro. O dicho de otro modo: le temen. Tanto en Bilbao como en Madrid y pasando por Vitoria-Gasteiz. Si no, no hay manera de explicar que siempre sean otros los voceros del PSE.
Y que no me venga nadie con historias de que no se puede hablar sin conocer. Yo lo que sé es que, como observador de la política vasca para mi tesis doctoral, a López, candidato a lehendakari, no se le ve nunca.
O mejor dicho: casi nunca. Porque sólo posa ante los medios para intervenir en días clave en el Parlamento vasco, conceder entrevistas a El País y El Correo, y celebrar victorias, por pírricas que sean.
Que no, amigos del PSE, que no. Que los votantes ya no tragan con todo. Y si ven a Patxi sólo para lo bueno, empezarán a pensar dónde se mete cuando las cosas no son tan bonitas para su partido o el de todos: la sociedad vasca.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
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