Pues sí, por eso no ha habido actualizaciones: la última semana de enero me la he pasado en Santiago de Compostela, en el congreso fundacional de la Asociación Española de Investigación en Comunicación.
Personalmente, pondría un notable alto a estas jornadas, perfectamente organizadas, en un entorno más que apropiado, pero con carencias tanto en las comunicaciones como en las ponencias. Vamos, que tampoco he aprendido demasiado.
Además, y como bien se comentaba en los corrillos durante las comidas (al nivel de la gastronomía gallega en general: muy buenas, y el albariño ni te cuento), el sistema ha de revisarse: nadie puede pretender que los asistentes permanezcamos atentos en una sucesión de monólogos durante ocho horas. Sería mejor avivar el debate. Conversar de lo que somos y a dónde queremos ir, en este caso, y dejar de congratularnos porque, simplemente, somos capaces de reunirnos.
De este modo, lo mejor del Congreso ha sido, precisamente, eso: que en su labor de punto de encuentro y posibilitar conversaciones en petit comité, ha funcionado a la perfección. Y así, entre viejos conocidos de otras universidades y nuevos que espero encontrarme a partir de ahora, pasamos tres días estupendos.
Las jornadas, no obstante, me han servido para confirmar un par de ideas:
La primera, que tal vez en la UPV necesitemos algo así para creernos que nosotros también somos capaces de organizar bien algo tan grande (y carísimo). Y que no debemos tener vergüenza en usar el euskera como idioma oficial y científico de un encuentro con más gente de allí (cualquiera que sea su origen) que de aquí. Y no es la primera vez: la cumbre de ciudades y regiones que se celebró en Bilbao se tradujo a un buen montón de idiomas... salvo al euskera.
Porque este congreso, insisto que magníficamente organizado, ha sido, al mismo tiempo, una exhibición legítima de galleguismo: la presidenta de la Comisión Organizadora, Margarita Ledo Andión, usó sólo la lengua de Lázaro Carrater, entre otros, para dirigirse al heterogéneo público que escuchábamos. Y la última de las ponencias correspondió al publicista estrella del panorama gallego, Miguel Conde Lobato, responsable de transmitir que Galicia es una marca de país y una potencia. Incluidos dos anuncios al más puro estilo Vaya Semanita.
A lo que voy es que, si en un encuentro internacional celebrado en Bilbao, los organizadores se dirigiesen sistemáticamente en euskera a los presentes, “maleducado” sería el calificativo más suave que les/nos dedicaran. Y, al mismo tiempo, si cerráramos diciendo que Euskadi es un país y una potencia, la mitad del aforo, o más, se hubiera levantado y se hubiera marchado antes de la clausura oficial.
¿Qué pasa? Yo sigo pensando, a ver si encuentro una respuesta que no me indigne.
La segunda intuición que confirmé, más espuria, es que uno, cuando entra a un bar en Santiago, siente que tiene cara de primo potencial. Porque, una vez más, tengo la sensación de que en la ciudad Santa, más de una vez me han cobrado redondeando por arriba tanto como han querido.
Hay que tener cuidado con esto, porque no lo hacen todos los hosteleros, pero generalizar es peligrosamente fácil. Eso sí, ¿cómo marchar sin picar un poco de marisco, una ración de pulpo o un chorizo a ese magnífico vino blanco que tienen?
Pero trabajar, hemos trabajado. Que conste.
(en la imagen, una inscripción en la mesa de un aula de la Facultad de comunicación de Santiago de Compostela. No he podido evitar que me vinieran a la cabeza, en más de una ocasión, las palabras de Anxo Quintana diciendo que muchos gallegos son nacionalistas, pero no lo saben)
2 comentarios:
La buena noticia del siglo: Don José Antonio Zarzalejos Nieto, cesado en ABC.......
Importante post en el blog del Senador Don Iñaki Anasagasti: " Se fué el caimán Zarzalejos"........
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