Ibarretxe y Zapatero estuvieron donde se esperaba que se quedaran ayer. Cada uno ocupa una posición totalmente legítima dentro de su espacio. Pero los hechos están retratándoles.
El lehendakari puso sobre la mesa una reclamación legítima y muy sugerente. Pero problemática para el que estaba en frente. No hay que olvidar que Juan José Ibarretxe reclama empezar a andar y ver hasta dónde llegamos: ¿una nueva relación vasco-española, un nuevo marco...? Habrá que ver. Ya sabéis que personalmente me resulta muy excitante.
Y el presidente se dedicó a recuperar la estrategia de propaganda más vieja, la de difamar: "Es una aventura", dice él. Lo que pasa es que es indudablemente incómodo. Un grano en el culo, sin duda. No obstante, lo más interesante son los argumentos, porque tiene que hablar de respeto mientras niega y de estabilidad gubernamental mientars se le hace la boca agua con que Patxi López gane las próximas elecciones.
Pero a la tarde todas estas buenas intenciones de Moncloa y del PSOE se fueron por el retrete: el PSE y el PP vasco habían apoyado al Gobierno de Lakua en su iniciativa de blindar el concierto económico vasco. Sin embargo, en Madrid, el PSOE y el PP lo tumbaron.
¿Respeto a la decisión de los vascos? ¿Respeto al PSE? ¿Respeto al Gobierno vasco? ¿Cuál es la aventura aquí?
miércoles, 21 de mayo de 2008
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