jueves, 5 de julio de 2007

Yolanda Rojas Urbina


Así se llama la cónsul de Venezuela en Bilbao y la excelente anfitriona que el pasado 3 de julio montó un pequeño sarao en el hotel Ercilla (no me extraña que sea uno de los favoritos de los toreros que van a Vista Alegre, tan amantes como son ellos de las tradiciones) para aportar la visión oficial sobre la no renovación de la licencia de RCTV.

Para esta legítima y necesaria empresa se acompañó de Asalia Venegas, en apariencia una vieja profesora de clase muy alta de esa Venezuela polarizada (como todo Latinoamérica) en élites y los demás, y que forma parte de TVES, la cadena nacional que va a emitir en el espacio de RCTV. Y por otro lado Pascual Serrano, un valenciano que trabaja en Hispanoamérica desde la izquierda y que anda en Telesur, ese espacio televisivo alternativo en el que participan la propia Venezuela, Cuba o Bolivia entre otros.

Asalia dio un triple salto mortal intentando justificar la no renovación de la “televisora” contraria a Hugo Chávez por lo inapropiado de sus emisiones juveniles e infantiles en un país en el que la mitad de sus 26 millones de habitantes se encuentran en esta franja. Lo curioso es que, al mismo tiempo, sólo enseñaba imágenes del tratamiento informativo que RCTV dio al golpe de estado de 2002 que apoyó.

Serrano fue un poco más cabal y para no entrar en honduras se quedó en el mar Caribe de que la libertad de prensa no puede ser la libertad de que 200 ricos puedan emitir sus opiniones en sus propios medios.

Además, entre ambos ponentes insistieron en la idea de que los medios públicos son menos y menores que los privados en la república bolivariana de Venezuela.

Entre el respetable, pesados de ambos lados del Atlántico que usaron el turno de preguntas para exhibirse (¡cuánta hambre de micro tiene la gente!) y algún ilustre al que da gusto ver por Bilbao como Jean-Jacques Cheval.

(la pésima fotografía es mía, como no podía ser de otra manera. De todos modos, que Asalia dejara su bolso sobre la mesa –como buena señorona– y que los –pesados– que grababan el acto colocaran la bandera donde más jode para adecuar su micrófono, no me ayudó demasiado, la verdad)

1 comentario:

marielo dijo...

Pffs! me suena tan chungo todo esto... Me compadezco mucho de Venezuela, aunque la neta, viendo la televisión privada-primada que hay en latinoamérica y en muchas partes del planeta es como ni pa´donde mirar. Acabo de leer un documento elaborado por el Depto. de Estado norteamericano en el 2002 (miedo me dan), se llama US Global audiovisual strategy, uno de sus puntos dice:
"4.Evitar que la política audiovisual decidida po la Unión Europea se extienda como una mancha de aceite; especialmente impedir que la tengan como modelo los antiguos países comunistas, donde los inversores estadounidenses ocupan posiciones dominantes"
Entre otras joyitas... asi que ya los tienen en la mira!!!
Oye gracias por el apoyo y ofrecimiento, ya voy saliendo del bache informático, aunque si fue una putada!! jejeje (perdón por la palabrota pero se lo merecen)
Besitos grandes