jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Y cómo contamos que, finalmente, no habrá partido de la selección de Euskadi?


Esa es la pregunta que muchos futbolistas vascos se estarán haciendo esta mañana porque, al final, la cuerda se rompió y los aficionados de la tricolor se quedan (en este caso, nos quedamos) sin su jornada de celebración y reivindicación.

Porque la reclamación más sencilla (y puñetera al mismo tiempo) que se les puede hacer a estos futbolistas es pedir que se nieguen igualmente a jugar con la selección española, por lo menos hasta que ésta no comprenda a las nacionalidades históricas y se llame algo parecido a "selección del Estado español y Euskadi, Catalunya y Galiza", por ejemplo.

Hay quien dice que los jugadores firmaron el manifiesto (y hoy muchos estarán arrepintiéndose) por miedo a que esos que levantan las banderas de "Euskal presoak Euskal Herrira" en los fondos de San Mamés les tacharan de españoles. Pero yo creo que la ignorancia supina de chavales que no han tenido que saber nada para ganar muchísimo dinero, una vez más, les ha perdido.

Y es que cuando todo el mundo pierde es que la negociación ha sido pésima. Y en ese axioma no hay excepción. No obstante, comunicativamente, tanto la Federación vasca como ESAIT tienen muy fácil defender su postura.

La primera no ha cedido al chantaje de quien quiere poner las normas y se ha remitido a defender el derecho de poner a la selección vasca su nombre histórico y que incluía a jugadores de la CAV, Navarra e Iparralde.

Y el lobby vasco encabezado, entre otros, por Ritxi Mendiguren se ha hecho fuerte en torno a una reivindicación legítima y a una manipulación reprobable: se puede querer defender el término Euskal Herria pero no para ello hay que mentir diciendo que con Euskadi sólo pueden jugar futbolistas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Por cierto que su postura me parece especialmente indignante: sin tener ninguna competencia se han erigido en defensores de una postura política haciéndonos creer que son los que más pelean por los derechos de los vascos, y al final, no les ha importado, ni lo más mínimo, que no se juegue el partido. Literalmente: "O con mi nombre, o pinchamos el balón".

Insisto en que Euskadi y Euskal Herria son sinónimos. La primera es una palabra histórica que cayó en desuso con la proibición franquista, momento en el que se puso "de moda" Euskal Herria", término que han hecho suyos los nacionalistas vascos que quieren diferenciarse del oficialismo del PNV.

Por su parte, el partido del lehendakari obtuvo un gran logro hace años, cuando consiguió que una parte de Euskadi -la CAV- se llamara de ese modo, celebrando la oficialidad de un término histórico aunque no comprendiese todo su territorio.

Con el tiempo, este objetivo inicial se ha ido olvidando y los partidarios de Euskal Herria lo han enterrado para parecer más reivindicativos que los que gobiernan en Ajuria Enea. Y así hemos llegado a esperpentos como el de hoy que facilitan la labor de los que necesitan proyectar una Euskadi poco vasca para ganar las elecciones.

(la foto es del último partido del Athletic en San Mamés, cuando ganó al Sporting de Gijón por 3-0)

2 comentarios:

Iñaki Murua dijo...

Pues ya ves, Iker, pocos y mal avenidos. De paso, conseguimos lo que otros intentaron y no pudieron, como cuando se organizaron algunos partidos en estas fechas de la selección de Navarra, y, de alguna manera, obligaban a elegir a algunos jugadores.

Izena ala izana? Hor dago koxka.

Anónimo dijo...

Hummmmm, bonita foto Athletic-zale...