La Asociación de Periodistas de Chihuahua me invitó a cenar anoche en un hotel del centro de la ciudad.
Por lo que se ve, tienen por costumbre reunirse algunos compañeros y departir sobre la actualidad. El hecho de que yo estuviera aquí y de que la vicepresidenta me hiciera una entrevista para El Heraldo les dio una justificación excelente para volver a verse.
La asociación tiene los mismos problemas administrativos que allí, donde la vizcaína (a la que pertenezco) quiere constituirse en colegio. Pero también tienen otros bastante más escalofriantes.
Por ejemplo, los intentos de coacción de los cárteles (esto sobe todo es una cuestión del norte, según nos contaron), o la responsabilidad de saber que, en ocasiones, dando voz a ciertos hechos noticiosos (ajusticiamientos, ejecuciones, secuestros, etc.) sirven de "correos" para esos mismos cárteles.
De este modo, les preocupa muchísimo estar colaborando en una cortina de humo para que el Gobierno de la nación sólo hable de narcotráfico y los traficantes "hablen" entre ellos.
También tenían muchísima curiosidad por la cuestión vasca, por la actualidad española y por la visión que se tiene de la monarquía. Constesté como pude y, en ocasionones, por no caer en la generalización, creo que les fué más útil que les diera mi visión de las cosas, como la de la inutilidad de la Corona española, por ejemplo.
Insisto en que fue una velada tremendamenta agradable e instructiva. No hay fotos porque llegamos a ese acuerdo, pero espero volver a verles, aunque no tenga sus imágenes.
Un saludo, compañeros.
miércoles, 8 de octubre de 2008
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