Un PP desdibujado

Mariano Rajoy se va a dar una buena. Si alguien tenía alguna duda a estas alturas, después de este Congreso del PP en Valencia (¿dónde si no?), está bastante claro.

Porque si algo no es el PP es un partido aglutinador, moderado, centrista y con talante. Justo lo que está intentando este gallego que ha llevado su galleguismo en las respuestas y las propuestas demasiado lejos.

El PP es, por definición, un partido fuerte, brusco, estancado. Una roca muy difícil de mover que espera a que las aguas pasen a su lado en vez de ir a buscarlas. O mejor dicho: que provoca que las aguas pasen por su lado en vez de ir a buscárlas.

No suelo estar de acuerdo con Aznar, pero he de reconocer que su discurso fue el más cuerdo de los que reprodujeron los distintos medios.

Insisto: el que dibujaba el ex presidente (el único presidente del Gobierno que ha tenido el PP) es el auténtico Partido Popular, y hasta que no vuelva, parece que seguirán gobernando el Estado unos improvisadores con mejor intención que ideas.

Y nunca he votado a los de la gaviota ni lo haré.