jueves, 19 de junio de 2008

Antonio Basagoiti

Por fin lo ha conseguido. Cariacontecido, como es él, Antonio Basagoiti (del que ya hablamos cuando sólo era concejal en Bilbao) ha aceptado ser el presidente del Partido Popular de Euskadi y, por extensión, próximo candidato a lehendakari de su formación.

Según algunos, la hostia va a ser buena, pero yo creo que va a contener el empujón socialista mejor incluso que su antecesora, María San Gil (de la que ya hablaremos cuando sea lo que algunos esperamos).

Porque su perfil, a medio camino entre charlatán de feria y vendedor de su propia ambrosía, y truhán de esos que te ponen la zancadilla incesantemente hasta que, por fin, caigas, es bueno en las distancias cortas, los combates explosivos y las necesidades urgentes.

Vamos, lo que necesita este PP vasco que, (des)gracias a su ex presidenta y después de los resultados del PSE, veía un futuro muy, muy negro.

De entrada, Basagoiti ha dicho que espera recibir los votos de los desencantados del PNV y que apoyará a Patxi López con tal de que haya una alternancia. Poniendo en un compromiso de los gordos a quien sabe que es el receptor de su propio público objetivo: los votantes que oscilan entre el PP y el PSE. Un regalo envenenado al que el hombre de la sonrisa horizontal apellidado López no puede negarse.

Lo dicho, un truhán, un señor y un buen vendedor. Seguro que después de las elecciones hasta sonríe.

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