Ha llegado a mis oidos que el equipo rectoral que se dio una buena el pasado jueves en la UPV/EHU, está barajando, entre otros argumentos que justifiquen lo que sucedió, el retroceso global del nacionalismo en el País Vasco.
Si esto es así, me parece que es la explicación más fácil pero con menos fundamento para excusar una derrota de la que, sin embargo, no creo que tuviera culpa ni Iñaki Pérez Iglesias ni el nacionalismo.
La victoria del "no" es puramente coyuntural. Es un voto de castigo a la institución, personificada en el rector. Es el fruto de una campaña que apostó por la contención cuando tenía que haber empujado por el dinamismo. Es un resultado tan inesperado que el sindicato estudiantil de la izquierda abertzale hizo campaña en favor de la abstención, porque ni ellos creían que el "no" fuera a ganar.
Y si se habla desde el rectorado de que el nacionalismo se echa para atrás es cometer dos errores: alinearse con un supuesto perdedor, y echar desde el propio nacionalismo (una vez alineados) las culpas de todo al nacionalismo. Como hacen otros.
lunes, 26 de mayo de 2008
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