Miren Azkarate ha hecho lo más sensato con el affaire Cerasolo y el robo y la devolución del dinero en el Guggenheim: reconocer los errores y mantener a Vidarte en el cargo. Así, ha actuado de tal manera que la oposición no ha podido pedir que rueden cabezas sin que parezcan reclamaciones oportunistas.
Porque en comunicación es necesario insistir siempre en que una verdad, aunque sea dolorosa, es mejor que la mejor de las mentiras. Y que antes de que los otros reclamen algo, adelántate a justificarlo. En ocasiones como la descrita es cuando se demuestran que hay viejas recetas que siguen funcionando.
Ya sé que la actualidad informativa podía haber traído al blog al Felipe Borbón, José Luis Bilbao o a Mikel Cabieces (el mismo que puso en marcha mi repudiado Ballonti). Pero como análisis de la comunicación, sin duda, este es mucho más interesante e instructivo.
Is There New Evidence in the D.B. Cooper Case?
Hace 54 minutos
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