Esa podía ser la lectura simple de la convocatoria que han hecho PNV, EA y EB-IU tras la sentencia del Supremo mediante la que inhabilita a Juan Mari Atutxa, Gorka Knörr y Kontxi Bilbao por no disolver el grupo de Sozialista Abertzaleak.
Pero siempre se puede sacar algo más.
Por ejemplo, que detrás de la simple explicación del PP de que esto es una pataleta infantil, se esconden las intenciones de derribar una estrategia de respuesta que puede ser efectiva.
Así es, amiguetes.
Empezando por el lehendakari y terminando por EB, el partido del Gobierno vasco con menor representación, todos en las más altas instancias de Euskadi tienen claro que hay que responder.
Sobre todo, los nacionalistas. Y más en concreto, el PNV.
Con estas manifestaciones (pues no es la primera, aunque esta no la convoque ninguna institución) lo que se transmite es que hay una capacidad de respuesta.
Y no se trata de agravar el conflicto ni de una posición frentista. Que no. Sino de una contestación pacífica (una marcha) a lo que se considera una afrenta (que cada uno lo considere como quiera).
De este modo, se evita lo que se dice evitar: que las instituciones españolas pasen por encima de las vascas. Y no sólo por un encastillamiento de ver quién tiene mayor legitimidad, sino porque desde el partido mayoritario en el gobierno de Lakua lo que se pretende es que no se barra el nacionalismo vasco.
Y una pequeña crítica: la distribución de fuentes (como que la manifestación la convoquen los partidos) no está funcionando debidamente, así que los mecanismos de corrección comunicativos deben ponerse en marcha cuanto antes.
jueves, 24 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario