No, no me gusta la nueva campaña que ha preparado el PSOE de cara a las próximas elecciones generales, la de la “zeta”. Creo que deja el chiste demasiado a mano.
Tampoco me cabe duda que las juventudes socialistas se anticiparán e intentarán “positivizar” (permítanme la licencia o “palabro”) la última de las consonantes con algún video que colgarán en el You Tube y que, por supuesto, los medios de PRISA se encargarán de divulgar.
Por cierto, los jóvenes socialistas han demostrado estar por delante de todas las demás juventudes en lo que a comunicación y, sobre todo, marketing viral se refiere. No así sus mayores. Pese a que Rajoy les está poniendo las cosas difíciles, he de reconocer que las campañas del PP me siguen pareciendo las mejores.
Volviendo a la “zeta”, la campaña se basa en que es la consonante de los presidentes como Aznar, González, Suárez, ¿Calvo Zotelo? Que me lo expliquen: van a animar a votar a José Luis Rodríguez basándose en una coincidencia que no es plena y que, además, equipara al candidato con dos presidentes antagonistas en lo ideológico.
Creo que la “zeta” cumplirá (de hecho, así está siendo) el primero de los objetivos: dar que hablar. Pero también pienso que necesita un buen golpe de muñeca justo antes de la campaña oficial para que resulte efectiva.
Los gabinetes suelen caer en un error bastante tonto: tomar, por norma general, la campaña como el final del trayecto comunicativo. Sin embargo, las buenas suelen ser aquellas que sirven de lanzadera a la siguiente, como los gregarios que preceden al sprinter en las carreras ciclistas.
¿Alguien se acuerda de una campaña cuya marca era “ZP”? Pues la hubo, y por lo que se ve, no sirvió al PSOE para aprender que el personalismo es peligroso y que da más para recibir cachetes que para darlos.
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