En medio de todo este trae y lleva de consultas, y recuperando eso que decía Ibarretxe en su plan de ciudadanía vasca, resulta que el primero en conseguirlo es el extranjero más famoso de Euskadi: el museo Guggenheim.
El modo de hacerlo ha sido recibiendo el premio Vasco Universal de 2007, que recogió ayer, 10 años después de su inauguración, Juan Ignacio Vidarte, director del museo.
No obstante, el motivo de este post es recordar que lo que hoy todos apoyamos, hace una década era motivo de crítica por parte de la oposición de entonces... que es la misma que la de hoy.
Vamos, que el que tenga un poco de interés podrá acercarse a la hemeroteca a comprobar el irracional “no” a un proyecto que hoy tiene muchos padres.
Qué paradoja.
Y yo, que soy bastante curioso, me pregunto ahora, ¿dentro de 10 años, todos estos que están en contra del TAV, se encontrarán en la cena de celebración, congratulándose cínicamente de la decisión que tomaron al apoyar la iniciativa?
No sé, no sé...
Por cierto, ayer también fue el día de la pobreza. Que no me olvido, sólo que no sé cómo ayudar además de animando a la solidaridad propia y ajena.
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