Que el lehendakari tenga que acudir el lunes a los juzgados por reunirse con Batasuna me parece algo sorprendente. Pero la gestión que de ello está haciendo el Gobierno vasco es para tener en cuenta.
Desde el primer momento es una estrategia diferente. Para empezar, según parece y pese a las reiteradas declaraciones diciendo lo contrario, el Gobierno vasco nunca solicitó que el lehendakari fuera llamado a declarar.
Después de eso: aquella gran manifestación multitudinaria un lluvioso lunes en Bilbao. El poder que entonces mostró Ibarretxe fue algo que no esperaba tal vez ni él mismo. Resultado: un cartucho gastado.
Y ahora, la queja constante de su gabinete personificada en una Miren Azkarate que resulta agotadora.
Muchos de los ataques que ha recibido el PNV han sido por el supuesto uso de su victimismo para atraer intención de voto. Y si bien es verdad que el uso de esta estrategia no es mucho más relevante que en cualquier otra formación, esta vez están dando la razón a todos sus críticos.
Siempre he mantenido que, en este caso, la mejor estrategia es la que, al final, está llevando a cabo el PSE: no va a pasar nada, y por mucho que me reclame el TSJPV, saldremos indemnes porque la acusación y el caso no tienen ni pies ni cabeza.
Bueno, sólo es una opinión.
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