Estos son, por fin, los últimos comentarios sobre la comparecencia del presidente del Gobierno ante el Congreso de los Diputados del pasado 15 de enero. Y consisten en dos intervenciones, cuanto menos arriesgadas, del que ocupa el primer escaño a la izquierda de Manuel Marín (que estuvo como siempre: realmente bien).
La primera, al principio: empezar reconociendo un error (que se había equivocado el 29 de diciembre con su predicción de mejora) queda muy bien en la fotografía, pero es jugar con fuego. Platón cuenta en su República cómo Sócrates era partidario de la esclavitud, y que nunca evitaba hablar de ello, más bien todo lo contrario: lo abordaba ampliamente para anticiparse a la respuesta de sus detractores.
Pero ese truco sólo sale una vez, y José Luis Rodríguez tuvo suerte. Intentarlo de nuevo sería una temeridad.
Y el segundo, a lo largo de su discusión con Mariano Rajoy: cuando se encastilló en que la idea del pacto antiterrorista había sido suya. Es complicado de entender: si quiere cambiarlo por medio de una ampliación, si ya no cree en él como se gestionó entonces, ¿por qué se empeña en reconocer que tuvo una idea que hoy no sirve?
Desde luego, Zapatero no fue el ganador del pleno. Pero, al final, el resultado fue sólo de 1-0 para el PP.
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Hace 25 minutos
2 comentarios:
Iker, te paso un enlace que he encontrado por ahí, por si es de tu interés. Es sobre comunicación y Periodismo, aunque no lo he leído y no sé si trata la comuniación de conflictos. Anyway (que dirián los yankees- ya que esta semana es su gran acontecimiento del año: la final de fútbol americano), ahí va:
Chapapote discursivo
Encantado, Javi. Seguro que me sirve. Da gusto contar con gente que se preocupa así de uno
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