miércoles, 6 de agosto de 2008

Entre todos le han hecho un hueco

En su día, hablé con preocupación del caso De Juana. Fue durante su huelga de hambre y la situación invitaba a pensar en la inacción (una vez más) del Gobierno de Zapatero.

No obstante, más de un año después, creo que, entre todos, están convirtiendo a esta persona en un icono.

Los que se sitúan enfrente porque no hacen otra cosa que esperar a ver qué dice para meterle más años de cárcel. Y los que se sitúan a su lado, porque creen ver en él a un mártir de los usos judiciales españoles.

Por mí, pueden irse todos de vacaciones, empezando por el propio Iñaki.

Para empezar, este ex presidiario me produce asco y hastío. Ha cumplido sus condenas y, con la ley en la mano, debe estar en la calle.

Pues vale.

Para seguir, me parece que hay que ser muy poco humano para jalearle, organizar un recibimiento y participar en él y seguirle como a un gurú. Si alguien ha estado en las manifestaciones en su apoyo y quiere explicarme sus motivos le aseguro que estoy realmente interesado en escucharlos.

Y para terminar, los sindicatos, asociaciones, partidos y particulares que se encargan de pedir más años de cárcel lo único que hacen es dar protagonismo a cada acción de De Juana y provocar que algunos parezca que le defienden cuando se sitúan en contra de la cadena perpétua de facto.

Sinceramente, creo que la posición de los partidos nacionalistas vascos EAJ-PNV, EA y Aralar está siendo la más inteligente: pasar del uno y de los otros. Eso es respeto al dolor de sus víctimas de obra además de palabra.

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