El diario The Times se hace eco hoy de que Iñaki de Juana, el preso por amenazas (ya cumplió su condena por asesinato) en huelga de hambre, se ha arrancado la sonda que lo alimentaba, y que volver a ponérsela supondría un grave riesgo para su salud.
El gobierno socialista lleva intentando tapar el tema desde el primer día (y ya van 113, mas 63 de la primera) de la protesta, pero De Juana ha decidido evitar que siga así.
Si muere, ETA puede responder y vengar su agonía. Y si esto sucede, la gravedad de los hechos será proporcional al crecimiento en intención de voto del PP. El problema es que evitar el fallecimiento de este preso accediendo a su excarcelación, provocaría la misma respuesta tras la intervención de un aparato de propaganda preparado con toda la legitimidad para la batalla.
La cuestión es que mientras el PSOE se decide, Iñaki de Juana se muere sin que nadie haga nada. Bueno, The Times sigue el caso (con acierto y sin las estridencias de las que ha sido acusado), y posiblemente desde la perplejidad más absoluta porque en un país europeo (o eso dice el Gobierno), el sentido común y la humanidad estén relegados a decisiones electorales.
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