Siempre me ha gustado esta expresión en inglés. Me da la sensación de dinamismo, de permanente trabajo de mejora. Y eso siempre es interesante.
No obstante, la que está en proceso es Hilary Clinton. En proceso de saber qué va a hacer con su carrera política, estrellada antes de coger altura. La victoria del "chico negro" a la "mujer dura" es inapelable a estas alturas, y sólo queda que los asesores demócratas decidan si la ex del ex presidente debe integrarse en la candidatura de Obama.
Los que lean este blog sabrán que yo estoy a favor, en todos los casos, de las dignas retiradas. De eso que decía Rabindranath Tagore de "mantente a flote por todos los medios, pero si te es imposible, ten el valor de hundirte sin ruido". Por lo que considero que Clinton debería retirarse a su cargo de senadora y dejar que Barack gane los votos que ella consiguió reunir para su candidatura. O cuanto menos, que dé la sensación de que los está ganando, de que a Obama no hay quien le pare, y que va a arrasar.
Por cierto, esto no tiene desperdicio: la portada de la web oficial de Barack Obama es el centro de donativos a su campaña. Por lo menos, la de Hilary Clinton sirve para mandarle un mensaje de apoyo: ánimo, rica newyorkina, que habrá más campañas.
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