viernes, 7 de marzo de 2008

El otro flickr de Mariano (y alguna cosa más)

Este es el último post de la campaña. El próximo será para comentar la victoria que el PSOE obtendrá el domingo. Una victoria que, en ningún caso, será holgada y, ni mucho menos, rozará la mayoría absoluta. Porque el gran problema de la izquierda sigue siendo el mismo de siempre: no todos los que dicen que votarían a Zapatero, se acercarán a su colegio electoral.

Pero hablemos de más cosas y más cercanas (que para hablar de los socialistas, ellos solos se bastan y se sobran):

Al parecer, EA mantendrá su diputado por Gipuzkoa. Pero creo que eso habrá que verlo.

En Bizkaia, el último escaño (después de reducir uno que se va a la todopoderosa Murcia) parece estar entre Marisa Arrue (una ultraconservadora del PP) y Rut Martínez (responsable de Relaciones Internacionales del Parlamento vasco). Yo, desde luego, tengo claro que la derechona española (según me cuentan, la getxoztarra Arrue es una firme activista contra el matrimonio gay, entre otras cosas) no quiero que me represente en Madrid. Y es más: animo a quien lo lea a que eso no suceda.

Y en conjunto, me ha sorprendido el desprecio del PSE hacia el partido que más eligen los vascos, el PNV (nos joda o no nos joda). Una cosa es la estrategia, y otra la sensibilidad: los de Patxi López (desaparecido por completo, eso sí, le veremos el domingo a la noche) no han pasado de los jeltzales, sino de todos sus votantes. Y esos detalles la población suele tenerlos en cuenta (por suerte).

Por no insistir en la apropiación de ciertas iniciativas que han sido netamente nacionalistas: concierto económico (que se niegan a blindar) o el tren de alta velocidad.

Mención aparte me merece la perplejidad en que me tiene sumido la campaña de la izquierda abertzale ilegalizada. Lo primero: reitero mi convicción en que que hay muchos vascos a los que se les niega el derecho de votar su opción, y que eso me parece rematadamente mal. Pero eso de pedir la abstención para solucionar las cosas me parece un requiebro que se acerca más a la chorrada que a la posibilidad real.

En el resto del Estado, esta ha sido la campaña de los decepcionantes debates. Habrá que ver si se repiten en el futuro (probablemente sí, y seguramente con el mismo nivel). Y la de una IU arrinconada. No hace mucho, en una viñeta de El País se podía leer algo parecido a: “Vota a Izquierda Unida, puede ser la última” y me temo que, esta vez también, el humor esconde una peligrosa verdad. Y eso que su campaña ha sido, sin duda, la más creativa, imaginativa y difícil. Sólo superada (en las dificultades) por la de Rosa Díez. Y es que únicamente por la hostia que se van a dar los paladines del victimismo, merece la pena poner a enfriar el cava.

También ha sido la campaña de Ramón Jauregi, convertido en uno de los hombres fuertes del PSOE, y de Esteban González Pons, un valenciano que representa magníficamente el estilo Zaplana (puro-purito PP): sobrado, socarrón, y con ese aire de “estáis todos equivocados y, además, me da igual”.

Finalmente, no puedo dejar de lado que, si la anterior campaña fue la de los blogs, en esta han irrumpido también los flickrs. Y es que Rajoy, a falta de uno, tiene dos: el que le hacen (un poco aburrido) y el de algún cabrón con mucha mala leche, imaginación y nociones de Photoshop, que me parece, simplemente, divertidísimo (aunque un poco viejo).

Ya sabes, el domingo a votar, que no gane la abstención (que en Euskadi se la apropian unos). Y si vives en Bizkaia, evita que Marisa Arrue salga elegida.

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