lunes, 10 de diciembre de 2007

Desde Iruña a Pamplona



Estafeta arriba, Estafeta abajo me he pasado un par de días de este largo fin de semana. Comprobando que la que hasta el siglo XVI fuera la capital de un reino, sigue siendo más vasca que lo que les gustaría a algunos.

En Iruña la cultura vasca, y los nombres propios, de apellidos y de lugares en euskera no sólo están presentes, sino que forman parte del contexto sin ningún problema.

Así que eso de la Pamplona como centro del españolismo no se lo cree nadie que haya pasado por la ciudad. Si España tiene una casuística singular, Euskadi la tiene más, y Navarra ni te cuento. Y bastante difícil es atender a las sensibilidades desde y para dentro, como para que vengan desde fuera a tocar las... garitas.

Conozco a un nacionalista vasco que siente su país de un modo especial: él insiste en que los navarros no son vascos, sino que los vascos son navarros. Un pequeño requiebro no exento de pensamiento sugerente.

Yo no sé si fue primero la gallina o el huevo, ni voy a pretenderlo, que ya tengo bastante con lo mío, pero sí que tengo la suficiente apertura de mente como para reconocer en Iruña una sensibilidad especial y coincidente con la que se puede encontrar en Bilbao, por ejemplo.

Lo peor de tanta intoxicación y tanto españolismo forzado (en un sentido amplio del adjetivo) es que hay un grupo poblacional que puede sentirse minorizado porque sí. Hay que andar con cuidado.

(imagen de un antiguo puesto de vigilancia en lo alto de la parte vieja inutilizado)

3 comentarios:

Ibai Canales dijo...

Sí que es cierto lo de que Navarra es la cuna de la vasquidad. Supongo que por eso los españolistas de pro se la quieren apropiar...

Anónimo dijo...

Si, supongo que el hecho de que a los nacionalistas vascos les cueste admitir que el País Vasco perteneció al reino de Navarra es una prueba de la manipulación y los lavados de cerebro que se procesan aquí.

IKER MERODIO dijo...

¡Qué curioso! Por eso me gusta la comunicación de conflicto: un mismo post tiene dos lecturas totalmente diferentes. Personalmente, estoy más de acuerdo con Ibai que con Malfet, que creo que no ha cogido mucho el aire al tema. No se trata de echar más leña al fuego con expresiones como "lavados de cerebro". ¡Relajémonos, que enfadados ya están otros! Un abrazo a los 2 y gracias por los comentarios.