Que Juan José Ibarretxe compareciera ayer ante los jueces es, por un lado, algo excepcional dentro de cualquier sistema de gobierno mundial. Y por otro, una gran noticia para el PNV. Porque a ver cuántos líderes políticos tienen la oportunidad de mostrar una exhibición de fuerza como la del lehendakari el pasado 29 de enero.
Y sin acudir.
La actuación de la Tribunal Superior de Justicia del País Vasco suena a una respuesta infantiloide ante un reto de la altura de un “a que no hay huevos”. Y el tiro, por la culata: en vez de ensuciar la imagen del candidato del PNV, no eran capaces de contar a toda la gente que se reunió para “defender sus instituciones”.
Y de postre, el acompañamiento de ayer.
Visto lo visto últimamente, se me ocurren pocas cosas peores que acusar a alguien en el recreo de que “eres peor que un juez de derechas”.
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2 comentarios:
Ayer en una de las tertulias pseudopolíticas (creo que era en Cuatro) un televidente llamó por teléfono: "a éstos (refiréndose a los vascos) deberían de quitarles su gobierno, encarcelarlos y a que así aprenden". La sopresa se magnificó cuando la presentadora dijo: "comprendemos su sentir". Qué, qué!!!
Una amiga, trabajadora social, me dijo en tono sarcástico: "yo hablo todos los días con violadores, maltratadores y ladrones, ¿me van a llamar a declarar?"
Iker, puedes contar varias visitas a tú blog, aunque no las registren las estadística... yo te sigo!
Vaya, gracias, Marielo.
¿Cuando piensas en los jueces estos ante los que tuvo que declarar Ibarretxe, no te imaginas al tribunal de inquisidores de "El nombre de la rosa", con sus pretensiones políticas de fondo? Yo es que no consigo visualizarlos de otra manera.
Seré un poco raro.
Yo también visito el tuyo, jalisquilla.
Un abrazo
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