Esta semana, según el calendario de Génova 13, tocaba asediar al Gobierno español y un poco al vasco con la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas.
También en esta ocasión el PP se ha quedado solo. ¿Motivos? Unos cuantos. PNV, EA, IU y Aralar muestran su apoyo a la formación de izquierdas con el corazón dividido: por un lado nadie ha de poner en duda su convicción democrática, ni su convicción en la idea de que todas las opciones deben ser representadas. Por otro, sabiendo que su presencia les restará votos en las próximas municipales, tal vez quedase un poco oportunista apoyar al PP.
Y en el lado del PSE-PSOE, la presencia de EHAK facilita su pugna con el PNV en ciertos municipios como los de margen izquierda, y les alivia ante la posibilidad de una nuevo truco de Otegi por el que se saque de la chistera esa “gran marca” con la que amenazó al resto de formaciones políticas, y que para Zapatero sólo supondría otro lío.
Pero no hay que confundirse, las intenciones del PP no eran más democráticas que las de querer avivar el debate. Una estrategia que le ha llevado a reducir la distancia con el PSOE a la mínima expresión.
Visto lo visto, elegir un partido a quien votar se está poniendo difícil.
viernes, 23 de febrero de 2007
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