miércoles, 17 de enero de 2007

Lectura entre líneas de una pancarta

Finalmente, en la pancarta que encabezó la manifestación en Bilbao se podía leer (si tenías un rato): “Exigimos a ETA el fin de la violencia. Por la paz y el diálogo”. Todo esto.

Esta vez, en la cocina (ese término que usan los que parece que saben) estuvieron Josu Jon Imaz y Alfredo Pérez Rubalcaba. Y el que acató fue Juan José Ibarretxe (que insistió en su idea inicial tras la manifestación).

Por su parte, María San Gil denuncia lo obvio: Juan José Ibarretxe quiere una negociación.

Y el mal enrrachado Patxi López (que tras el cambio de lema dejó de criticar al lehendakari para hablar de Batasuna) se queja a su partido, como diciendo: “Seguid apoyándome, por favor, ¿no veis como yo tenía razón y este tío la ha liado?”.

En situaciones de crisis es cuando se demuestra la valía de las personas, y no sólo en su faceta política o por su capacidad comunicativa. Y los candidatos a lehendakari no demostrando estar a la altura.

2 comentarios:

Igor Filibi dijo...

Lo primero, Iker, enhorabuena por el blog, por haberte decidido a esta aventura comunicativa.

De tu comentario, me quedo con la frase final: los candidatos a lehendakari, supuestamente los mejores de sus partidos, no han estado a la altura. El problema es que no es la primera vez. Ayer, el presidente de los empresarios bizkainos manifestaba en una conferencia que sus asociados estaban atonitos y alarmados ante los sucesivos despropositos en relacion a los lemas de la manifestacion. No eran los unicos. Creo que nadie entiende este tipo de cosas, y no por sabido resulta menos indigno que los politicos, todos, pongan de forma tan obvia sus intereses partidistas y electoralistas por delante de todo.

Para terminar, otra reflexion: ni siquiera es algo que dependa de la mala fe de los politicos, sobre todo de los cabezas de cartel. Es una inercia perversa que se impone a los dirigentes de los partidos. Hoy dia los partidos son mas una pieza del mosaico institucional, con una mentalidad funcionarial -derivada de saberse imprescindibles- que agentes autonomos de la sociedad civil que deben canalizar las demandas sociales reales. La pregunta es ¿son verdaderamente imprescindibles?

Igor Filibi

IKER MERODIO dijo...

Yo creo que la "partitocracia" es un invento perverso. Desde el punto de vista académico resulta fascinante. Desde el funcional, yo creo que la facilidad que tiene de convertirse en un elemento de bloqueo es demasiada.

Mi objetivo es seguir aprendiendo para comprender realmente los mecanismos que van poniéndose en funcionamiento secuencialmente. Una vez los aislemos y los comuniquemos, los políticos tendrán que demostrar que trabajan para los ciudadanos