Hoy toca beisbol

Pues eso, que estoy emocionado porque hoy voy a serntirme norteamericano de verdad: voy a ver la final de la liga estatal de beisbol (sí, sí, lo escrbiben así y no a lo gringo, "baseball") entre los Dorados de Chihuahua y los Mineros de Parral.

Sobra decir que iré con los primeros, porque casi toda la gente que conozco es chihuahuense, porque me están tratando muy bien y porque, por si fuera poco, tengo entradas detrás del banquillo local, el de los Dorados.

Por lo que me han contado, el beisbol es un deporte tan aburrido como parece. De hecho, resulta significativo que los jugadores históricos de este deporte no han destacadao por su buen juego, sino por sus estadísticas. Vamos, que mi admirado Zidane no hubiera pasado a los libros del beisbol porque "sólo" ha ganado una Copa de Europa.

Sin embargo, me han dicho que me lo voy a pasar muy bien. El beisbol aquí es un deporte al que se va en familia (las entradas tienen precios muy populares) y, según parece, desde que te sientas hasta que te levantas, lo único que haces es atender al camarero y gritar. Supongo que será directamente proporcional el nivel de entusiasmo con el número de veces que el camarero ha venido a servirte cerveza, carne, perritos calientes y sushi (esto de la comida japones mientras batean lo he comprobado por diversas fuentes).

Espero poder confirmarlo todo (y comprarme una gorra o cachucha, como dicen acá).