En el norte de México las elecciones estadounidenses se siguen con atención pero también con una agradecida distancia. Y eso que, como dijo en una ocasión Javier Aguirre, el entrenador azteca del Atético de Madrid conocido como el vasco, "los mexicanos estamos demasiado lejos de Dios y demasiado cerca de los americanos".
Por eso es preocupante los comentarios y análisis que se pueden leer en la prensa local de Chihuahua y en la nacional, de que McCain está más cerca de la Casa Blanca que Obama, al contrario de lo que se cree en Europa.
Ya sabíamos que América es diferente, pero sorprende ver que tanto como para apostar por un septuagenario que, además de experiencia, acumula poca energía y una mentalidad un tanto atrasada como para dirigir a un país tan importante.
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