Permitidme una reflexión tardía y breve sobre el atentado de ayer en La Peña. Obviamente, lo primero que quiero hacer es solidarizarme con las víctimas: el PSE, los encargados de llevar la Casa del Pueblo, los siete ertzainas heridos y, por supuesto, los vecinos de este barrio bilbaíno.
Lo segundo, condenar con firmeza y sin dudas el atentado.
Y lo tercero, mostrar mi asombro porque haya individuos que en el siglo XXI, en Europa y en Euskadi, una de los países del sur del continente más avanzados (si no el que más), sigan pensando que la violencia es el camino.
Pero ese asombro no es mayor que el que me provoca que, en las mismas condiciones, haya partidos que no condenen los atentados y ayuden a arrinconar a los psicópatas que los llevan a cabo.
A veces pienso que este país no merece la pena.
Is There New Evidence in the D.B. Cooper Case?
Hace 2 horas
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