Zapatero y Gabilondo

El presidente del Gobierno español eligió bien al primer periodista al que le iba a contar cómo ve el final del proceso. Pero pese a lo tendencioso que suele ser Iñaki, lo más destacable vino de José Luis Rodríguez.

El presidente, esa especie de Gandalf en el que se ha convertido, capaz de arreglarlo todo sólo porque va con un manto blanco al que llama talante, se niega a reconocer su parte de responsabilidad en el fracaso tanto del proceso como de su gobierno.

Así, sin pensar: tres ministros del gobierno Zapatero y su cartera correspondiente.

¿Qué, alguna idea? Pues el principal responsable de que su equipo sea transparente es él, sin duda. Así que, ¿cómo va a asumir algo tan horrible como la vuelta a las armas de ETA si no es capaz de reconocer una estrategia equivocada?

Se acercan malos tiempos para la política española. Muy malos.